28 de febrero de 2010

Epilogo final

No hace ni dos semanas que nuestro contador de sábados se puso a cero, y esta última entrada del blog la comienzo otra vez desde el aeropuerto (nos vamos a Londres a ver a mi hermana). Poco hemos aguantado quietecitos :-)

Desde que terminó nuestro viaje físico, nos hemos volcado en lo que, muy acertadamente, una amiga definió como "viaje emocional": el reencontrarse con familia y amigos, incluido conocer las nuevas adquisiciones del 2009, que no han sido pocas (nuestros nuevos sobrinos Luna y Daniel, y nuevos hijos de amigos). A día de hoy todavía no hay síndrome post-vacacional, pero claro, es que todavía seguimos de vacaciones. Por poco tiempo, no obstante, así que me he propuesto cerrar este año de relatos todavía en caliente, antes de sumergirnos de nuevo en la vida normal (todo lo normal que es nuestra vida). Y es que ahora nos sentimos pletóricos, con las baterías cargadas y la firme intención de prolongar nuestra paz interior todo lo que sea posible. ¿Cuánto nos durará? Quien sabe... es complejo almacenar gran cantidad de energía para liberarla a demanda, y me temo que con las baterías emocionales el problema es el mismo. Pero en fin, nos aplicaremos al máximo :-)

(... 4 semanas después)

El primero de los propósitos (cerrar el blog "en caliente") ya se ha ido al carajo. Esto del "viaje emocional" y la vuelta a casa ha sido más absorbente de lo que imaginé, y a estas alturas ya estamos otra vez más o menos reenganchados a nuestra vida de antes. Y la primera reflexión es precisamente lo rápido que te adaptas a la vuelta, aunque no deja de tener su lógica: viajar durante un año era lo que nunca habíamos hecho antes (aunque también se te hace el cuerpo rápidamente, que conste :-), pero lo que nos encontramos al volver es lo que conocemos de toda la vida.

También es curioso que uno de los comentarios más escuchados en estas semanas de reencuentros es que no parece que hubiera pasado un año... pero claro, teniendo en cuenta que no son pocos aquellos a los que no conseguimos ver en persona más que un par de veces por año (o menos, en ocasiones), en realidad a través de este blog y los intercambios de correos que algunas entradas generaban, prácticamente hemos estado más en contacto con muchos que en un año normal.

Pero si, queridos lectores, se terminó un año único para nosotros, que no podría resumir en pocas líneas... pero tranquilos, tampoco pretendo hacerlo en muchas, como a mí me gusta :-) ¿Os animáis, no obstante, a unas pocas estadísticas y dos o tres "titulares"? Pues allá van:

- ¿Cuantos países han sido finalmente? 22.

- ¡Buf, que montón! Si pero, ¿cuál es el número "neto", descontando los "posyaques" (pues ya que estamos) en los que habéis estado menos de 5 días? 14, poco menos de un mes de media por país.

- Y eso, ¿en cuántos sellos en el pasaporte se traduce? Pues en exactamente 73, divididos en dos pasaportes. Porque si, a mitad de viaje nos dimos cuenta que, si seguíamos a ese ritmo (hay mucho ametralla-sellos en las fronteras del mundo), no nos llegaba el pasaporte al final. Y tuvimos que hacernos otro, tras casi suplicarlo, en el consulado de España en Hong Kong.

- ¿Cuántos vuelos? Exactamente 38.

- ¿Y autobuses? Esos han sido incontables :-) También ha habido, aunque muchos menos, tanto trenes como barcos, así como todo tipo de vehículos ingeniosos sobre todo en Asia. Ah, y un buen número de horas acumuladas de conducción (coche de alquiler) ¡por la izquierda!

- ¿Cuántas fotos? Unas 6400. De media salen 17 diarias, que no son pocas... pero teniendo en cuenta que ha habido bastantes días de traslados, relax, logística, etc. en los que prácticamente no haces fotos, podréis haceros a la idea que tenía que compensar en otros. Y es que ha habido muchos "momentos Kodak" a lo largo del viaje; situaciones geniales de esas que merecen capturarse para siempre en una foto. Pero como solían involucrar a gente local, pocas veces lo he hecho porque en el momento en que sacas la cámara, se pierde la espontaneidad incluso en el rincón más recóndito del mundo (por no mencionar que, en muchos países, es una falta de respeto). Sin embargo, me he resarcido en un buen número de lo que yo llamaría "lugares Kodak"; paisajes tan incomparables que se me quedaba el dedo pegado al disparador, cada nueva perspectiva parecía diferente y otra foto que caía, ¿me entendéis? Consecuencias de la era digital :-) Por cierto, que una vez de vuelta en casa compuse todas las panorámicas que hice a lo largo del año, y las he subido al último álbum del año.

- ¿Cuántos libros habéis leído? Desde luego, para mi parte la experiencia es que he leído como en mi vida: 18 libros.

- ¿En qué país estuvisteis más tiempo? Brasil (mes y medio), seguido de cerca de Chile.

- ¿Cuál ha sido el país más caluroso? India, con Vietnam pisándole los talones.

- ¿Y el más frio? Nueva Zelanda.

- ¿El más caro? Polinesia Francesa.

- ¿El más barato? Laos.

- ¿Y la mejor "relación calidad-precio"? Suráfrica.

- Bueno, pero ¿cuánta pasta os habéis pulido, ricachones? Esto es algo que se pregunta mucha gente, y pocos verbalizan. A quien tenga interés genuino, se lo cuento con el detalle que necesite cuando quiera... pero para que os hagáis una idea: nos hemos gastado muy poquito más que lo que nos gastamos aquí un año cualquiera. Y los que nos conocéis sabéis que no somos nada gastones, pero... es lo que tiene vivir en un país caro; si consigues ahorrar, en otros sitios el dinero te cunde mucho mas.

- ¿Qué países os han gustado más? Botswana y Nepal.

- ¿Y menos? Pues más que "no gustar", mejor decir qué países han estado por debajo de nuestras expectativas iniciales: fundamentalmente India, y en menor medida Vietnam y Brasil.

- ¿Dónde viviríais? Sobre todo, en Nueva Zelanda o en Chile.

- Si volvierais a empezar, ¿harías algo diferente? Por supuesto. Nunca he entendido eso de que "no me arrepiento de nada, volvería a hacer lo mismo exactamente"... quiero decir, 100% de acuerdo con la primera parte, pero una vez se ha pasado por algo una primera vez, yo siempre haría cosas diferentes (mejores) si tuviera una máquina del tiempo. Si volviéramos a vivir este año, por ejemplo, pasaríamos bastante más tiempo en Botswana, aunque no nos moviéramos de la zona en la que estuvimos. O hubiéramos sacrificado algunos destinos turísticos en Brasil por ir a ver a un amigo de la familia al que no visitamos por pillarnos a trasmano. Algo que he echado de menos, y me hubiera ayudado a olvidar algunas de esas tensiones absurdas producidas por el exceso de roce, es haberme llevado las zapatillas y haber salido a correr de vez en cuando (juntándome con los corredores locales, como aliciente adicional). También hubiéramos acarreado menos ropa de frio. En fin, y otros muchos detalles menos relevantes que haríamos de forma distinta.

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Muchas de estas preguntas nos las habéis hecho estos días de reencuentro. También ha habido otras que nos han sorprendido (¿cuánto habéis comprado?), o nos han hecho sonreír (¿dónde son más guapos?). También son curiosas las expectativas que tiene mucha gente sobre cómo se imaginan que volvemos. Muchos nos esperaban delgados como palos, imagino que asociando "países pobres" con "la gente pasa hambre por allí" y "pobrecitos, qué poco habrán comido"... en fin, nada más lejos de la realidad, como se ha podido comprobar en las fotos (progresión lenta pero constante hacia un ligero exceso de peso del que ahora nos costara deshacernos :-/). Otros muchos nos imaginan cansadísimos de un año sin parar... cosa que tampoco, para nosotros este año que hemos vivido ha sido muchas cosas, pero no cansado.

Pero entre todas, mención especial merece la siguiente pregunta de nuestro amigo Iñaki: ¿habéis encontrado un patrón que defina, por así decirlo, a la buena gente? Es una estupenda pregunta, como podéis imaginar complicadísima de responder en dos líneas. Y es que la bondad, aquí y en todo el mundo, adopta muchas formas. Pero reflexionando sobre aquellos países en los que mayor densidad de bondad hemos apreciado, me aventuraría a afirmar que el patrón más común es la sencillez. Cuando tus prioridades en la vida son pocas y simples, pero no por ello fáciles de conseguir, cuando las ves más o menos colmadas te sientes afortunado... y es como si todo el hueco libre que, satisfecho lo fundamental, queda en tu lista de prioridades, lo ocupe la generosidad innata que mucha gente lleva dentro... en vez del egoísmo y las ambiciones sin fin tan comunes en esta nuestra "saciedad de consumo" (como decía Mafalda).

Y en fin, hablando de buena gente no podemos cerrar el blog sin dos menciones y agradecimientos especiales:

- A la campeona en mantener el contacto durante este año: Carol (la hermana de Eva), cuyo embarazo vivimos casi como si estuviéramos aquí gracias al "book semanal" que le hacía el cuñao.

- Al campeón de los comentarios en el blog: Nachete, que bajo su seudónimo familiar (Marinachez & the Pekes) no solo nos hacía llorar de la risa a nosotros mismos, sino que nos han llegado multitud de halagos de otr@s.
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Bueno, y como también nos han preguntado mucho desde que hemos vuelto, ¿Y ahora qué? Otra genial pregunta, porque en realidad no todos se referían a lo mismo.

- ¿Ahora qué?, para la mayoría, suponía interesarse por a qué nos íbamos a dedicar a la vuelta, donde íbamos a vivir, etc. La mayoría que leáis esto a estas alturas ya sabéis que estamos de vuelta en Valencia, y que por aquí seguiremos una temporadita... lo suficiente para coger carrerilla y volver a saltar :-)

- ¿Ahora qué? para otros muchos era más bien un "¿qué os queda ver después de una vuelta al mundo?". ¡Buf! Descuidad, amantes viajeros, este mundo nuestro llevaría muchas vueltas terminar de descubrirlo. Aunque bien es cierto que no todos los lugares ni todas las experiencias están en nuestra particular "bucket list", así que ahí van unas cuantas querencias para el futuro:

- Canadá y Alaska
- Antártida
- Sol de medianoche y aurora boreal (Cabo Norte o Alaska)
- Galápagos
- Ver un volcán en plena actividad
- Rafting en el Gran Cañón del Colorado
- Belice y su arrecife coralino
- Mar de Cortés (baja California)
- Colombia y Venezuela
- Gorilas en Uganda
- Orangutanes en Borneo/Sumatra
- Islandia
- Trekking por las cercanías del Everest (Nepal)
- Cuba (con Fidel)
- Madagascar
- Malasia, Filipinas, Indonesia y Papúa Nueva Guinea
- Subir el Mont Blanc... y el Aneto.
- Etc, etc, etc :-)

Algunos de estos destinos con gusto los hubiéramos incluido este año, porque son de hacerlos "jovencitos" pero ya no encajaban (por ejemplo, Canadá y Alaska). Otros, sin embargo, casi mejor esperamos porque fundamentalmente hace falta pasta, mucha pasta (como la Antártida). Y el resto, iremos incluyéndolos en viajes cortos, o en nuestro próximo sabático antes de la cada-vez-más-lejana jubilación. Porque, para cuando nos llegue, si tenemos posibilidades físicas, mentales y económicas, creo que en vez de un último viaje anual seguiremos ejemplo de nuestros otros gurús americanos, Gail y Nick (la familia con la que Eva vivió unos veranos en Denver, amigos de Lynn y Steve), que escapan cada año del invierno de Colorado y recorren mundo durante 3 o 4 meses.

- ¿Ahora qué?, para los más profundos, en realidad buscaba rascar en cómo nos había cambiado el viaje. Y, sinceramente, en esencia no creo que hayamos cambiado. A diferencia de gente que hemos conocido por el camino, nosotros no huíamos de nada, ni buscábamos encontrar el significado de la vida, ni el nirvana, ni nada parecido. Buscábamos nada más (y nada menos) que disfrutar de nuestra mayor pasión, que es viajar.

Y eso hemos conseguido.

Gracias a todos por seguirnos con la intensidad con que lo habéis hecho (es decir, cada uno con la que ha querido :-)

Juanjo y Eva